jueves, 12 de abril de 2012

Un muro de corbatas ante la mujer directiva

Hay muchas causas —tangibles e intangibles— para explicar la situación asimétrica que perpetúan las empresas europeas; casi todas se integran en la idea de techo de cristal. El concepto está algo manido, pero no por estudiado se ha conseguido derribar. Sigue siendo casi tan sólido como siempre. Y más allá, las mujeres que han logrado astillarlo y alzarse se siguen topando con otros techos. Algunos erigidos por ellas mismas —lo que se ha llamado techo de cemento, autoimpuesto por las elecciones personales, muchas derivadas de miedos— y otros por parte de la estructura empresarial: escasa flexibilidad, horarios complicados, reuniones tardías, viajes, fomento de la presencia en la oficina más que el trabajo por objetivos...
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/04/11/actualidad/1334167079_033078.html