martes, 8 de junio de 2010

Las gallegas dedican a la casa el doble de tiempo que sus parejas

Las gallegas dedican a la casa el doble de tiempo que sus parejas

"Los hombres sobrevaloran su aportación", dice Igualdade

DIANA MANDIÁ - Santiago - 08/06/2010

Diez horas separan a hombres y mujeres del reparto igualitario de las tareas domésticas. Ellas dedican de media 19,2 horas; ellos no pasan de las 9. Los varones también prefieren las actividades públicas o las que suponen manejo de dinero, como hacer la compra, y huyen de la plancha y de hacer la colada.

Diez horas separan a hombres y mujeres del reparto igualitario de las tareas domésticas. Ellas dedican de media 19,2 horas; ellos no pasan de las 9. Los varones también prefieren las actividades públicas o las que suponen manejo de dinero, como hacer la compra, y huyen de la plancha y de hacer la colada. Esta es una de las conclusiones del proyecto Eles tamén, que a través de encuestas a 2.400 varones de Galicia, Castilla y León y el norte de Portugal pretende arrojar datos sobre la implicación masculina en las tareas del hogar. El estudio, presentado por la secretaria general de Igualdade, Marta González, y sus homólogas de Portugal y Castilla y León, pone de manifiesto la pervivencia de los roles tradicionales -la mujer sigue teniendo "doble jornada", en casa y en el puesto de trabajo- y la percepción positiva que los hombres tienen de sí mismos en el ámbito familiar.

Más de la mitad de los 800 encuestados en Galicia, el 54,9%, declara ser los únicos sustentadores materiales de su hogar. Su colaboración en las tareas domésticas se centra sobre todo en hacer la compra -el 63,2% dice hacerla-, la cama -el 55,7%- y limpiar la cocina -el 61,4%. Para la responsable de Igualdade. Marta González, estas cifras reflejan un cambio en la actitud de los hombres hacia la corresponsabilidad doméstica. "Ya no es socialmente correcto decir que no colaboran con sus parejas", admite. Por eso la secretaria xeral no descarta que algunos datos estén "maquillados". Pone un ejemplo: el número de hombres que se declaran sustentores únicos de sus casas es ligeramente superior en Galicia con respecto al norte de Portugal y Castilla y León. "Los hombres siguen sobrevalorando su aportación", apunta González. La existencia de un sueldo único y masculino también tiene que ver con la actual crisis económica. "Aunque los que perdieron primero el trabajo fueron los obreros de la construcción, ahora la crisis está afectando también a las mujeres", razona la secretaria general de Igualdade.

La corresponsabilidad en el hogar es mayor en ámbitos urbanos -el 62,8% de los encuestados de ciudades hacen la cama, frente al 49,8% de las aldeas- y entre los hombres con estudios superiores. El cuidado de los niños es cada vez más compartido, pero no así el de las personas mayores o dependientes. Ese sigue siendo terreno de la mujer.

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